miércoles, 27 de abril de 2016

219.- Postales antiguas

Antes de la aparición del teléfono, internet y los móviles, la gente se comunicaba en la distancia a través de la correspondencia con cartas y postales. Los turistas que viajaban a otros países, para dar testimonio de lo que habían visto, enviaban a sus conocidos postales en las que aparecían los monumentos más interesantes y las imágenes más típicas del lugar. He aquí una vieja postal en la que se muestra a una pareja de andaluces bailando y ataviados con el traje típico. Este hecha en 1904 en Dresde, Alemania.
Seguro que en vuestra casa, entre papeles antiguos, andan rodando viejas postales con mensajes entrañables y firmes promesas de amor. Guardadlas porque son un tesoro.


Otras postales llevaban incluida la leyenda, como esta en la que aparece una familia idílica.


O esta otra postal con una familia en una casa de cine, en la que el padre, la madre y la hija se muestran interesados por lo que dice la revista.


Las postales que más se compraban eran las de novios, como la siguiente en la que un joven de pelo engominado levanta la vista hacia su mujer de ensueño.

Una pareja de cine. Ella con labios carnosos, melena negra y ojos risueños; él con pelo ondulado, nariz recta y bigotito de galán.


La mujer ideal de la España de posguerra: flores, mantilla, peineta, collar de perlas y sonrisa perfecta.


Laboriosa postal antigua con letras y flores bordadas sobre tela de seda, enmarcado el conjunto por un papel con filigranas floreadas.


Para el final he dejado la mejor: una postal en la que sobre una foto de mujer se ha bordado con hilos de colores el mantón de Manila y el vestido de flores. La encontré en mi casa cuando se la compré a un matrimonio mayor; la postal estaba entre las hojas de un libro. En el reverso está escrito en verso lo que ella, Rosario Carneros, le decía a su novio, José, 



Por si alguien no ha entendido algo, la transcribo corrigiendo algunos errores.

Desde el día que te fuiste
yo no te puedo olvidar
y en el día de tu Santo
te voy a felicitar.
Cuando esta llegue a tus manos
me quisiera presentar
para encontrarme a tu lado
y tu día celebrar.
Te quisiera haber mandado
un regalo de interés
y por encontrarnos lejos
verás que no puede ser.
Yo te lo tendré guardado
cuando vengas otra vez
por eso no tardes mucho
si no lo vas a perder.
Me dirás cómo has pasado
este día de tu Santo,
Dios te dé mucha salud
para verlo muchos años.
Y yo me quedo con disgusto
al decirme que estás malo.
Esta postal te la mando
en prueba de mi querer
y a todas horas del día
deseo verte otra vez.

Esta que te quiere y no te olvida, Rosario Carneros.
Saluda 16 de marzo 1947


sábado, 16 de abril de 2016

218.- Procesión de verano

El cura Santiago (de quien hablaremos en otro momento) implantó la procesión de la Virgen del Rosario durante las Fiesta del Emigrante del mes de agosto. Unos días antes, se bajaba desde la ermita la imagen de la Virgen para subirla después en romería desde el pueblo y llegar hasta la explanada junto al Nacimiento. Aunque el itinerario ha ido cambiando con el tiempo, la procesión se sigue celebrando cada año con renovado entusiasmo.

Para recordar una de esas procesiones (hacia el año 1994) he aquí una decena de imágenes procedentes del archivo de Pepe Repiso.














viernes, 8 de abril de 2016

217, SAUCIPEDIA: La población

La existencia de numerosos yacimientos arqueológicos en todo el Alto Valle del Guadalhorce nos permite afirmar que estos fértiles parajes por los que discurren varios ríos y en los que manan numerosas fuentes estuvieron habitados desde épocas muy remotas. El yacimiento arqueológico más antiguos de nuestro entorno está situado en el cortijo Ventorro del Viejo, en los llanos de Salinas, y corresponde al Paleolítico, lo que confirmaría que hace unos 12.000 años ya existían asentamientos humanos en nuestra comarca. Del periodo Neolítico han aparecido numerosos vestigios: hachas pulimentadas, sílex tallado, huesos decorados y objetos de cerámica.

Ya en tiempos históricos, culturas antiguas como la púnica, romana y visigoda han dejado sus vestigios diseminados desde la sierra hasta el Brosque, y desde Salinas a los puertos de Las Pedrizas y Las Fresnedas: el territorio en el que vivimos ha sido desde siempre tierra de paso entre el interior de Andalucía y los puertos del Mediterráneo.

La historia de nuestro pueblo como grupo de población (es una villa ‘nueva’) se inicia en época muy reciente, con la llegada a principios del siglo XVII de los primeros pobladores, colonos que se dedicaban a la ganadería y a la explotación de la madera de sus frondosos bosques. El primer dato del que disponemos sobre el número de habitantes de Villanueva del Rosario es del año 1639, en el que se dice que en el partido del Saucedo vivían 10 familias distribuidas en cabañas y viviendas aisladas, como simples cortijadas, sin constituir un núcleo de población significativo.

Nateras y Navas en su historia del pueblo escriben:

“La fundación de la actual localidad se efectuó en los primeros años del siglo XVII. Tuvo su origen en seis caseríos situados en una realenga dentro del territorio jurisdiccional y solariego del Duque de Osuna, siendo sus primeros pobladores Cristóbal Navas, Paula Gómez y Sebastián Pérez Alba y su hermano José, que con sus familias, los enlaces matrimoniales y la afluencia de otros vecinos de pueblos cercanos, progresivamente fueron aumentando el primitivo núcleo de población...”

El hecho de que en el año 1760 se dotase al pueblo de una iglesia parroquial indicaría que ese aumento de población fue especialmente rápido durante el siglo XVIII.

A principios del XIX se contabilizan ya 1.378 habitantes, lo que lleva a los vecinos del partido del Saucedo a solicitar la independencia y constituirse en municipio segregado de Archidona, puesto que cumplen el requisito recogido en la Constitución de Cádiz de 1812 que reconocía este derecho a las comunidades con más de mil habitantes.

En el diccionario de Pascual Madoz, elaborado entre 1845 y 1850, se habla de que la población de Villanueva del Rosario era de 1.547 vecinos. Fue a partir del año 1857 cuando se crea la Comisión de Estadística General del Reino y es en este mismo año cuando se elabora el primer censo de población por inscripción nominal y directa.

En el informe que una maestra de la escuela de niñas del pueblo hace el año 1868 rindiendo cuentas de su gestión y de sus gastos, habla de que el pueblo tiene 2.018 almas agrupadas en 498 vecinos o familias.

Al año siguiente, en la Crónica de la Provincia de Málaga de José Bisso de 1869, se dice que el pueblo de Villanueva del Rosario tenía 2.015 habitantes agrupados en 495 familias.

Del Instituto Nacional de Estadística hemos sacado los datos de población del siglo XIX.

Año        Habitantes
1842       1.547
1860       2.015
1877       2.853


A partir de 1900 los censos de población actualizan periódicamente el número de habitantes de Villanueva del Rosario y su término municipal. Las cifras de estos censos son las que aquí recojo y difieren muy poco de las que aparecen en el Instituto Nacional de Estadística.

Año        Habitantes
1900       2.691
1910       2.815
1920       2.878
1930       3.188
1940       3.408
1950       3.809
1960       3.777
1970       3.041
1981       2.805
1986       3.131
1987       3.235
1989       3.206
1990       3.255
1991       3.187
1992       3.222
1993       3.264
2001       3.340
2010       3.698
2015       3.508

De la observación de estos datos de población, que pueden ser completados con sucesivas investigaciones para rellenar los vacíos existentes, podemos constatar varios hechos:

-Desde los orígenes del pueblo se observa un progresivo aumento de la población, tendencia que se mantiene hasta finales de los años cincuenta del pasado siglo.
-A mediados del XX el pueblo contaba con cerca de 4.000 habitantes, la cifra más alta de su historia.
-En las estadísticas, he destacado en color rojo los censos de población entre los años 1955 y 1985 pues en este periodo abandonan el pueblo un millar de personas (casi un tercio de su población) que se ve obligadas a emigrar.
-A partir de la década de los ochenta se observa un paulatino aumento de la población, debido fundamentalmente al crecimiento vegetativo, pues son pocas las personas emigradas que deciden retornar.

Aunque nuestro pueblo ha sido emisor de emigrantes (primero a América y luego a Francia, y sobre todo a Cataluña), tradicionalmente ha recibido familias oriundas de otros pueblos cercanos, como lo atestiguan algunos gentilicios, conservados como apodos de estas familias y que aún se mantienen.

perotes de Álora
castilleros de Cauche
colmenareños de Colmenar
bermejos de Casabermeja
regordeños de Riogordo
alfarnateños de Alfarnate
lojeños de Loja
trabuqueños del Trabuco

En la actualidad, además del regreso de emigrantes jubilados provenientes de Cataluña y Francia, hay un ligero aumento de población flotante, entre la que destaca la nutrida colonia inglesa que ha escogido el pueblo y los cortijos de su término como segunda vivienda. Al contrario de otros pueblos de la comarca, en Villanueva del Rosario no se han creado empresas que sean capaces de dar empleo estable a la joven población laboral. La proximidad de la ciudad de Málaga y las facilidades de comunicación tal vez puedan garantizar durante un tiempo el mantenimiento de una población en torno a los 3.500 habitantes.

Hay muchos datos sobre la demografía de Villanueva del Rosario (pirámides de población, densidad, distribución por el término) que pueden ser consultados en internet por lo que no los traigo aquí para no hacer tedioso un blog que pretendo sea fácil de leer. Pero no me resisto a dar algunas cifras y datos acerca de nacimientos y defunciones con la intención de mostrar cómo han cambiado las condiciones de vida en nuestro pueblo en poco más de un siglo.

En los dos años que ejercí de juez de paz en Villanueva del Rosario, tuve tiempo, ocasión y necesidad de manejar los libros de nacimientos, matrimonios y defunciones que se custodian en las dependencias del Juzgado Municipal; antes de que se creasen los juzgados municipales, los datos de nacimientos y defunciones estaban en los libros parroquiales, que en nuestro pueblo fueron destruidos durante la Guerra Civil.

Un día cogí el libro de nacimientos del año 1873 y vi que se habían anotado 131 nacimientos, de los que 68 eran varones y 67 hembras. Para ver cómo había evolucionado las cosas, acudí al libro de nacimientos del año 1980 y vi que el número de los nacidos poco más de un siglo después era de solo 41.

Esta llamativa diferencia podría hacernos pensar que por aquellos años del siglo XIX el crecimiento vegetativo de la población del pueblo sería significativo ante tal cúmulo de nacimientos. Para ver cómo habían ido las cifras, abrí el libro de defunciones correspondiente al mismo año 1873 y comprobé que se habían anotado 108 fallecimientos, con lo que si a los nacidos ese año (131) les restamos los fallecidos (108), el crecimiento de la población se había reducido a 23 personas. Esta constante de muchos nacimientos y muchas defunciones en un mismo año se repitió hasta muy avanzado el siglo XX.

He aquí una somera estadística sobre las 157 defunciones anotadas en un solo año de finales del XIX.

-61 niños habían muerto antes de cumplir los dos años de edad
-44 antes de cumplir los 20 años
-33 defunciones eran de personas cuya edad estaba comprendida entre 20 y 50 años
-solo 19 personas había muerto con más de 50 años
-el fallecido con más edad había cumplido 88 años
-en solo tres meses (junio, julio y agosto) fallecieron 51 personas
-en varios días de ese año hay anotadas hasta cuatro defunciones

Entre las causas de la muerte, que es obligatorio anotar en los libros de defunciones, destacan: tisis, meningitis, dentición, escrofulismo, gangrena. Como curiosidad, he aquí algunas anotaciones sobre casos de muerte violenta este mismo año:

-varón de 34 años, muerte violenta
-varón de 22 años, muerte por arma de fuego
-varón de 54 años, muerto de dos tiros

Para terminar, y como prueba de cómo en este siglo y pico han mejorado las condiciones de vida y de atención sanitaria que han eliminado prácticamente la mortalidad infantil a la vez que ha prolongado los años de vida, he aquí los datos anotados en el libro de defunciones correspondiente a 1980, año en el que yo era juez de paz.

-ese año fallecieron en el pueblo 20 personas
-la edad media de los fallecidos era de 72 años
-la persona de mayor edad había cumplido 100 años


Una última cifra sobre censos de población: el día 1 de enero de este año 2016 los habitantes en Villanueva del Rosario eran 3.470 personas, con tendencia a la baja pues somos 228 habitantes menos que por las mismas fechas de 2010.

martes, 5 de abril de 2016

216.- Un día de campo en familia

Ir toda la familia un día soleado a la falda de la sierra, sentarse en una sombra junto a una fuente, extender sobre la hierba un mantel, poner en común las viandas que se han traído en canastos de mimbre, comerse una ensalada de lechuga y huevos duros, saborear una tortilla de papas, tagardinas o espárragos, entremeter rodajas de salchichón casero con largos tragos de un buen vino, comerse el hornazo y, finalmente, hacerse una foto todos juntos, era uno de los momentos más esperados del año.

He aquí unas ejemplos que dan fe de lo que digo.

Antoñilla, un hijo de Rafael Castillo, María del Laña, Isabel de Colón, Pepita de don Manuel, Antonia de Repiso el cartero, la mujer de Luis el maestro, Trini del Canelo

Foto de familia: María Jesús y Ester de gitanas; Carmen María, Eloísa Paquita Rico, Nani, Eloísa mi mujer, Rafalita, De espaldas mi hermano Pepe, Juan Jesús... Yo no salgo porque hice la foto.

Lola Otero y Juan su marido, sus hijos Carlos y Mariló, Pepe Guerrilla con su mujer Carmen y sus hijos Pepe y Mari Carmen

De izquierda a derecha: hermano de Antoñilla la Pupú, Horacia Mérida, Rosario Tallón, Pepe, Antonio, el Barquillero, Valentín, Paco el Rubio, Manolo Huevos, Loli Cebollas, Héctor de Gazpirre, su hija, Frasquito el de las Fresnedas...

Luis el maestro y su mujer; Paco Molina y Lola, Manuel el practicante y Pepita, Juanico el Laña y María su mujer;
Beatriz y su novio, Ignacio, Manolín, Jerónimo...

Los de la derecha son Manolo el practicante y Pepita.

Torres y Carmen, Pérez y Maricarmen rodeados de niños y niñas que quieren salir en la foto.

Araceli y Pepe Solano, su hija Mari, María Mármol y Josefina

Aurelia, su marido y familia...

Los hermanos Chiquitín, Nena, Maribel de Minuto, Inma y Héctor de Tedoro, Sofía de Pepe Herrero, Pepa del pan...