viernes, 28 de junio de 2013

54.- Pepe Herrero

En esta entrega de la SAUCIPEDIA quiero recordar a nuestro paisano Pepe Herrero, quien durante muchos años sirvió al pueblo como guardia municipal.
Cuando yo era un crío, allá por los años cincuenta, en el Ayuntamiento había dos municipales, Peláez y Pepe Herrero, además de un hombre alto, con gorra que hacía de ayudante al que llamábamos El Boquerón y era quien cuidaba el recién estrenado jardín de la Linde, además de vigilar las moreras y perseguir a los que nos atrevíamos a comernos las moras. En cuanto a los municipales, cada uno tenía sus propias funciones, pero al que yo veía más atareado, especialmente en labores de intendencia mecánica, era Pepe.
Se llamaba José Jiménez Moreno pero todo el mundo lo conocía como Pepe Herrero, apodo que había heredado y que a su vez transmitió al hijo que tuvo con su primera mujer, a quien para que no hubiera confusiones llamamos Pepillo Herrero. Con el fin de que el apodo no se continuara en los hijos que tuvo con su segunda mujer, los llamó con nombre preciosos e inequívocos: Genoveva, Eliseo y Sofía.
Quizás por los mismos motivos Miguel Mérida, Gazpirre, nombró a sus hijos con inusuales nombres que empiezan por H: Honorio, Humberto, Herminia, Hipólita, Hortensia, Herenia, Héctor y Horacia. Y para afirmarse en la misma letra construyó el cortijo en forma de H al que llamó, cómo no, Villa H.
Aparte de repartir los papeles del ayuntamiento y atender todas las gestiones que le encomendaba el alcalde, un municipal tenía que ser fontanero, electricista, mecánico...Enumero algunas de las faenas que eran de su competencia:
-Apagar por la mañana y encender por la noche el alumbrado público.
-Multar a las mujeres que se atrevían a ir por agua a la fuente pública con un cubo. Sólo estaban permitidos los cántaros.
-Abrir y cerrar en el depósito la llave de la conducción general del agua, cuando se dispuso de la red de abastecimiento, cada vez que se producía una avería o para ahorrar agua en verano.
-Anunciar por los altavoces que se iba a cortar el agua o que se había perdido una cabra.
-Instalar el alumbrado público unos días antes de la feria.
-Tirar los cohetes y elevar los globos y fantoches el Día de la Virgen.
-Darle cuerda al reloj público.
-Manejar la máquina del tiro al plato.
-Tallar a los quintos.
-Acompañar y organizar las procesiones de san Isidro.

Amén de las anteriormente dichas y otras muchas tareas más que sería prolijo enumerar, quisiera resaltar, por curioso, un cometido de los municipales en Villanueva del Rosario durante aquellos años, que consistía en escoltar a los novios desde la casa hasta la iglesia y desde la iglesia al lugar en el que se celebraba el banquete, normalmente en el salón de Rafalito. La presencia de la autoridad municipal pienso que no era para impedir que el novio huyera en el último instante sino para evitar tumultos o aglomeraciones que dificultasen el paso de la comitiva. A fin de que no entrasen al convite personas que no hubieran sido invitadas y cortar el paso a los que se querían colar, en la puerta se ponía un portero que en muchas ocasiones era uno de los municipales.


Pepe Herrero con el artilugio de su invención para cerrar y abrir las llaves del agua.

Pepe, como su hijo Pepillo, fue un gran aficionado a la música y tocaba de forma exquisita la trompeta. Antes de la Guerra Civil formó parte de algunas comparsas de Carnaval y junto con unos cuantos músicos aficionados mantuvo en el pueblo una pequeña orquestina que tocaba en las fiestas y en los toros.
Cuando el médico don Vicente reorganizó la banda de música hacia 1950 Pepe Herrero era el que dirigía los ensayos y, una vez que don Vicente se fue del pueblo, él se encargó de dirigirla hasta que por problemas económicos del ayuntamiento la banda se disolvió a principios de los sesenta.

Extraordinaria foto de la banda de música un día de toros en la plaza de abajo hacia 1954. Presiden las autoridades: Pepe Vallejo, el juez; don Timoteo; el cura; Juan Molina , el alcalde; el capitán de la guardia civil...
Pepe Herrero es el de la trompeta, y su hijo Pepillo, a la derecha, toca el tambor.
También forman parte de la banda Antonio la Bigota con trombón, el Maestro Pelos con el bombo, Juan Repiso con fizcorneo

Pepe  Herrero dirigiendo la banda de música en 1955. El del flequillo que se muerde el labio soy yo y a mi lado está uno de los mellizos. Franco toca el bombo y mi hermano Manolo el tambor.

Comparsa de "Capitalistas y Obreros" del carnaval del año 1929. Los de arriba son los capitalistas.
Pepe Herrero es el tercero por la derecha en la fila de abajo, la de los obreros.

Conjunto musical, en la puerta del Cine España hacia 1950.
La banda de música del pueblo actuando en una corrida de toros en Colmenar.

La foto del caballito para adultos. Pepe es el más bajo.
Fumador empedernido, aquí está comprando tabaco en el quiosco que había en la puerta de Pérez.

Pepe disparando los platos en un  concurso de tiro en los Llanos.
El cubo es para recoger los cartuchos que luego eran rellenados.


Pepe maneja la máquina en el patio del Matadero.

El que tira es Elías y a la derecha Alejandro.
De campo con uniforme.

Foto de familia en el bar de La Fonda.
Sus hijos: Genoveva, Sofía y Eliseo. Les puso estos nombres poco usuales para que no heredaran el apodo de 'Herreros'.


De San Marcos.

De copas con Onofre, Laureano...

En el bar de Alpargatas.
Pedro de la tienda, Chiquitín, Chivito, Manolo Huevos, Pepe Tres cuartas...

Pepe, Caro, Peláez, Paco Molina, Menchoro.


Escalando junto al Nacimiento.

Un día de san Isidro, organizando la procesión.

Acompañando a la novia, Mari, y al padrino, su hermano Manolo, por  una calle Iglesia empedrada

Delante el padrino, José Cano y la novia, Verania; detrás la madrina, Ana Pérez y el novio, Pepe. Alrededor muchos curiosos.
Dirigiendo el cotarro por los Adoquines, Pepe Herrero con una vara.


martes, 25 de junio de 2013

53. Vocabulario 7



Ya toca hablar de palabras y expresiones nuestras que empiezan por la consonante B. Pero antes quiero contar lo que, según Javi, el de La Chosca, le sucedió a su hermana Susana y que tiene que ver con el verbo atacar, en la acepción que le damos aquí en el pueblo.
Su prima Rosarito, la mujer de Paco El Rubio, estaba vistiendo a su hija Silvia y para terminar antes le dice a la Susana:
-Ataca a la Silvia.
Y Susana, criada en Barcelona y ajena al significado de palabras saucedeñas, con cara de extrañeza y voz angustiada le responde:
-Pero si no me ha hecho nada...
A lo que se refería Rosarito era a que le remetiera la camisa dentro de la falda, que es lo que significa en este caso atacar.

B
babancá. Tontería, bobada. "Tan listo como se hace y no dice más que babancás".
bacalá. En la expresión meter la bacalá: engañar. "Con estos garbanzos me han metido la bacalá: son duros omo piedras".
bache. Muchos. "Esta casa la hicieron hace ya un bache años".
bajeras. Parte baja de las paredes de una casa. Dar bajeras: blanquear sólo las bajeras.
bajini. Expresión por lo bajini: en voz baja.
bajío. Meter el bajío: traer mala suerte. Tener mal bajío: ser un mala sombra, tener mal carácter.
barajustón. Movimiento violento que puede producir una lesión muscular, generalmente en la cintura. "Al coger el baúl me dio un barajustón".
barbearse. Poder con algo o con alguien. "A ese me lo barbeo en un dos por tres".
bardilla. Barda. Pared o muro no muy alto."La higuera asomaba por lo alto de la bardilla".
barquetá. Gran cantidad de algo. "A la boda vino una barquetá de gente".
barranco. En el juego del dominó: caer en el barranco, llegar a los 13 tantos.
barrigazo. Caída de bruces.
barro. En la expresión tirarse al barro: darse a la mala vida, pervertirse.
batato. Individuo torpe, inútil.
batiboleo. Jaleo, confusión, follón.
bichito de luz. Luciérnaga.
bimba. Tortazo.
bimba. En la expresión tener mala bimba: ser de carácter serio, chocante. Esaborío. Malafollá.
blancusío. De mal color, demacrado. Blancuzco.
blandengue. Endeble, flojo. Referido a las personas:blandengue, llora por nada".
de poco ánimo. "Es un
blandura. Relente acuoso. Nieblas que se forma en la sierra a finales del verano. "Los garbanzos hay que arrancarlos cuando haya blandura".

Bardilla con cristales que había en la Calle del Cuerno.



jueves, 20 de junio de 2013

52.- Comuniones en color

El otro día Pepe Repiso, el fotógrafo del pueblo durante los últimos veinte años, me dio una caja de plástico, un pañil, lleno de fotografías de aquellas que su madre,  la Antonia, había pegado al cristal del escaparate de su tienda y que no se habían vendido. Cagadas de las palomas, pegadas por la humedad, rodeadas de alpargatas y de zapatos, restos de mercancías que no se habían vendido en treinta años, he conseguido rescatar unas pocas que ahora os muestro en una entrada con fotos, que son las que os gustan. Veréis cómo algunas de estas fotos lucen manchas y desconchones; es señal inequívoca de su autenticidad y abandono.
Ni indico fechas, ni pongo nombres: yo no lo voy a hacer todo. Hoy va de comuniones, otro día irá de toros y así sucesivamente hasta que os transmita lo que me entregaron.
Son 16 fotografías, de diferentes años, unas en la iglesia y otras en la procesión del Corpus.

Niñas y ángeles

Niños y ágeles

















martes, 18 de junio de 2013

51.- Feliciano gasta gorra

Feliciano gasta gorra es el primer verso de una canción de corro que se cantaba en los bailes que se organizaban en las casas a mediados del siglo pasado, antes de que llegaran los guateques y las discotecas. La primera estrofa completa de esta copla dice así:

Feliciano gasta gorra
porque sombrero no puede,
porque el dinero que gana
en el café se lo bebe.

Lo que le pasaba a este Feliciano de la copla nos sirve de pretexto para hablar de la indumentaria masculina, en este caso del tipo de tocado o sombrero con el que los hombres se cubrían la cabeza y que, como la indumentaria en general, marcaba las diferentes capas de la sociedad de Villanueva del Rosario hasta tiempos muy recientes.
Como veremos en las fotografías en blanco y negro que ilustran estos comentarios, los hombres, aparte del sombrero de paja que se ponían en las faenas agrícolas del agosto, llevaban uno de estos tres tipos de sombreros: la mascota, la gorra o la boina.
La mascota es un sombrero de fieltro, generalmente con una cinta gris o negra rodeando la copa, que era lo que normalmente se ponían los más 'riquillos' o pudientes del pueblo Es la misma prenda que llevaban los actores (gansters, periodistas, policías...) de las películas americanas de los años cuarenta y cincuenta.
La gorra, la única prenda que se sigue usando en la actualidad, también es de tela, tiene visera y es la más cómoda de llevar. Con ella se marcaba la pertenencia a la clase 'media', la de los hombres cuya economía se situaba entre los que portaban mascota y los que se ponían boina.
La clase más popular, la que incluía a los jornaleros y trabajadores con menos recursos, tenía como prenda más usual la boina, una chapela pequeña, redonda, negra y mucho más barata que la mascota y la gorra. Esta manera más o menos uniforme de cubrirse la cabeza los hombre, según su condición social, tenía  algunas excepciones. Hubiera resultado chocante y hasta ridículo, por ejemplo, que un día saliera a la calle con una mascota alguien de la clase 'trabajadora' que siempre había llevado boina. No sé si sería arriesgado decir que los hombres de 'derechas', generalmente ricos, remarcaban sus ideas burguesas y políticas poniéndose la mascota, mientras que los pobres, como es lógico con ideas de izquierdas, portaban la boina como marca de la clase proletaria.
Ahora que apenas hay diferencias en la forma de vestir, porque también las capas sociales se han igualado, no entendemos bien el problema que tenía Feliciano, el de la copla, pues debía conformarse con una gorra al haber gastado su dinero en el bar y no poder comprarse un sombrero.


Como indica el rótulo de la izquierda, la fotografía se tomó el año 1951 y recoge el momento en el que por entonces gobernador de Málaga, Rodríguez Acosta, desde el balcón de la Fonda promete repartir las tierras del cortijo de Los Bosques para aliviar la grave situación económica del pueblo.
Aparte de los tricornios y las gorras de los municipales, los hombres llevan mascotas, gorras o boinas.


Una panorámica más amplia de las cabezas de los hombres que oyen las promesas incumplidas
del gobernador Rodríguez Acosta.


Un día de la Virgen, los hombres (no se ve ni una mujer) se disponen a oír a los músicos que asoman por la derecha. Sabemos que es el día de fiesta por el alumbrado que cuelga de los alambres, los toldos de los turroneros y los músicos.
Algunos miran las carteleras que anuncian las películas. En cuanto al tema de los sombreros, gorras y boinas vemos que hay pocos con la cabeza descubierta.

Grupo de hombres y jóvenes a principios de los años treinta.

Las 'fuerzas vivas' de Villanueva del Rosario en una excursión al pantano del Chorro.
Año 1955
Voy a intentar reproducir los nombres de aquellos excursionistas.
Sentados: Pepe Marcos, Juan Colón, Pepe Herrero, Rafalito Corrales, Lucas el recobero.
En el centro: el chófer, Heliodoro, Juan Molina, Pepe el de la Plaza, Alfonso Vallejo, Alejandro Nateras,... Pepe Nateras, Manuel Vegas.
Arriba: Antonio Cano, Enrique Navas, Cándido Porras, Juan Cano, El del Paraíso, Dionisio Cano, Elías Navas,...

Guardia civil, alcalde, sacristán... El que levanta la botella es Cristóbal Colón.

Grupo de hombres, entre los que distingo a Alejandro,  Antoñillo el Rubio, Diego Repiso... tomando un refrigerio en un día de caza.
Para el campo se llevaba el sombrero de paja.

Hace ochenta años, los días de fiesta los hombres portaban el traje de gala: camisa blanca de cuello redondo, corbata, chaleco, reloj al bolsillo, botas y sombrero de ala ancha y copa alta con cinta negra.
Arriba, por la izquierda estaban mi tío Juan y mi padre.

Año 1927. Analicen los personajes de la escena y sus atuendos.
Cura, alcalde, juez, señorito, guardias civiles, sacristán...
a la derecha se ven las cabezas y las gorras de los músicos.
Algunas cabezas tienen un número (4, 11, 14, 12, 1, 13...) que remiten a una lista de personas que no he podido conseguir.
Los hombres (tampoco hay mujer alguna) vuelven del acto de colocar la primera piedra de lo que sería el nuevo matadero municipal. Vemos boinas, gorras y sombreros.

Ricardo el del teléfono, en la orujera donde trabajaba, luciendo traje de faena, boina, escopeta y perro de caza.

Es octubre de 1955. Autoridades del pueblo sentadas para ver un partido de fútbol.
En el centro , junto al fraile, el torero Manolo Segura.
Detrás, hombres, jóvenes y niños, de pie, esperan acontecimientos.

En posición para la foto delante de las casas baratas.

Pepe, Paco y Manolo, es decir, Pepe Solano, Paco Tedoro y Manolo Alpargatas en el hogar del jubilado.

El día que vino la reina Sofía al pueblo. En primer plano, en solitario, la gorra de Diego el panadero.